La Copa Mundial de la FIFA 2018 está generando un gran impacto en la industria turística y hotelera del gigante euroasiático. Según la Agencia Federal de Turismo de Rusia, la demanda aérea se incrementó en un 50.5% y se prevé el ingreso total de más de un millón de visitantes extranjeros.

Si bien el interés real gira en torno al fútbol, muchos fanáticos de todo el mundo están aprovechando la facilidades otorgadas en los visados para poder conocer Rusia, país que en los últimos años ha realizado una serie de nuevas inversiones en infraestructura vial, estadios y opciones de alojamiento a fin de poder albergar la competencia deportiva.

Las estadísticas destacan como dato curioso que también están arribando ciudadanos procedentes de países no clasificados como Estados Unidos, China, Israel, India, Emiratos Árabes Unidos, Paraguay, Canadá, Turquía y Sudáfrica, los cuáles viajan motivados por nuevas experiencias y por la fiebre futbolística.

Tanto las facilidades de visado, vigentes hasta el próximo 15 de julio, como la afición por el fútbol han contribuido a que se alcance un crecimiento del 39.6% en las reservas anticipadas de “noches” en Rusia en comparación al 2017; mientras que los ingresos por habitación se acrecentaron entre 20% y 30%, y el nivel de ocupación entre 8% y 10%.

“No se puede negar el impacto del evento deportivo, pero ya desde antes de Rusia 2018 existía una oferta hotelera bien desarrollada y con buena ocupación. En comparación con otros mercados anfitriones, Moscú tiene un recuento de habitaciones sustancialmente más alto, por lo que podremos ver cambios de rendimiento menos dramáticos después del torneo de este año”, asegura Thomas Emanuel, ejecutivo de la consultora STR.

Hasta finales de 2017 había 179 hoteles en territorio ruso bajo gestión internacional de cadenas como AccorHotels, Hilton, Marriott International, Carlson Rezidor Hotel Group e InterContinental Hotels Group, los cuales operan con un stock total de 38.705 llaves, concentrándose en ciudades como Moscú y San Petersburgo (52%), seguido por Sochi (11%), Ekaterinburg (3%), entre otros lugares.

Además del aporte del Mundial, la demanda hotelera también se ha visto impulsada por la debilidad del rublo, que ha atraído visitantes del extranjero además de fomentar el turismo interno, que según la Agencia Federal de Turismo de Rusia, creció un 3% en 2017, cuando se realizaron más de 56.4 millones de viajes.

 

Según previsiones, para el 2022 en Rusia el número de hoteles bajo administración internacional aumentará en 102 nuevas propiedades (20.249 habitaciones).

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