La demanda del huésped por instalaciones modernas que incorporen tecnología de vanguardia, obligó a los hoteles a desarrollar nuevas estrategias hasta el punto de -literalmente- sustituir al personal en recepción por hologramas para atender al público. El Henn na Hotel en Japón marca la hoja de ruta a seguir en adelante.
Las tendencias de 2019 resaltan el creciente interés del viajero por vivir una experiencia donde la tecnología cobre mayor protagonismo ya sea a lo largo su travesía alrededor del mundo o durante su estadía en el hotel. Es así como la industria de la hospitalidad se abrió paso a nuevos horizontes cambiando estrategias e incluso prescindiendo de ciertos elementos considerados “tradicionales” para todo hotel.
Por ejemplo, varias cadenas hoteleras han adoptado un sistema que consiste en recibir al cliente y realizar el proceso de check-in fuera de la recepción, como en el bar, cerca de la piscina u otro lugar determinado para ofrecer un trato más cálido y personalizado desde la llegada del huésped. Algunos empresarios del rubro prevén eliminar la figura del “clásico mostrador” con el objetivo de avanzar hacia el registro completamente online.
En la actualidad, se piensa que podría tardar un tiempo considerable suprimir enteramente la recepción tal y como la conocemos, pero eso no significa que el concepto quedará sin sufrir modificación alguna. La digitalización hotelera es una realidad ya comprobada en el Henn na Hotel en Tokio, que saltó a la fama a mediados de 2015 al ser el primer establecimiento en incorporar robots a su personal para atender a los huéspedes, sin embargo su política de innovación tecnológica no quedó allí y hoy día ha roto nuevamente los esquemas al reemplazar a los recepcionistas por hologramas.
Los hologramas son imágenes tridimensionales basadas en un sistema de proyección de luz que utiliza un rayo láser para grabar una película fotosensible, la cual al ser iluminada de manera precisa, da al observador la sensación que la figura proyectada sale de sus límites, hacia afuera o dentro del plano.
En el Henn na, cada holograma está programado para atender al cliente en cuatro idiomas emulando una conversación cotidiana natural. La recepción cuenta con diversos sensores de movimiento distribuidos estratégicamente, haciendo que la figura se active de forma automática cuando un huésped llega a la recepción.
Además, la combinación de una serie de cámaras en puntos específicos y un software especialmente diseñado, le permite al sistema “leer” las emociones del cliente en tiempo real para brindar la mejor respuesta en ese momento.
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