Erigido frente a las costas atlánticas de Pernambuco, el Nannai Resort & Spa es un ícono del lujo y la elegancia combinados con la simplicidad y naturaleza del Nordeste Brasileño. La propiedad de 12 hectáreas fue concebida respetando la preservación de los valores ambientales, climáticos y culturales de la región.
En una reciente visita al Nordeste Brasileño, (Invitados por la Embratur y el Comité Descubra Brasil) descubrimos uno de los principales Resorts del Brasil, situado a poco más de 50 kilómetros de Recife. El resort, el cual abrió sus puertas en noviembre de 2001, abarca un área de 12 hectáreas en la paradisíaca playa de Muro Alto, próximo a la reserva de Bosque Atlantico.
Inspirados en los hoteles de la Polinesia, desde el welcome drink ofrecido en la recepción es posible apreciar una interesante fusión de estructura física con detalles procedentes del mar y de la exuberante naturaleza del destino, proyectando un ambiente de privacidad y tranquilidad.
El complejo dispone 95 opciones de alojamiento que abarcan apartamentos (Jardín y Vista al mar), bungalows (Jardín, Vista al mar, Frente al mar y Master) y suite (Villa Suite), todos con una propuesta diferente y un equipamiento de primer nivel para el deleite de sus visitantes.
En la categoría de apartamentos, la opción Jardín cuenta con 40 unidades de 45 metros cuadrados cada una y un amplio balcón con vista al imponente jardín compuesto por grandes cocoteros, piscinas y caminos rodeados de plantas y flores. En la opción Vista al mar, las dos unidades de 55 metros cuadrados cada una cuentan con dos balcones que ofrecen una privilegiada vista al Océano Atlántico.
El resort alberga en su interior cuatro tipos de bungalow independientes con una decoración cálida, natural y refinada. La primer opción, Bungalow Jardín, está compuesta por 29 bungalows de 64 metros cuadrados cada uno, con piscina privada y jardín; la segunda opción, Bungalow Vista al mar, dispone de 10 unidades con vista parcial al mar, 64 metros cuadrados con un dining privado junto a la piscina. El Bungalow Frente al Mar, en cambio, ofrece 8 unidades con 64 metros cuadrados, amplio balcón con vista al mar y piscina privada; mientras que el Bungalow Master, es de los más demandados por su privacidad y ubicación frente al mar, la propuesta consiste en dos unidades de dos pisos con 120 metros cuadrados, piscina privada con hidromasaje y bañera con vista al mar.
Habitación Bungalow Jardín
Por otro lado, para quienes buscan exclusividad, calidez y sofisticación ideal para parejas, el hotel ofrece la Villa Suite, con suites de 90 metros cuadrados, amplio espacio integrado al jardín, piscina privada, duchas internas y externas, accesos independientes, piscina termal con hidromasaje, terraza y programa exclusivo de amenidades.
Dentro del resort también se puede acceder a un parque acuático con 6.000 metros cuadrados de piscinas, canchas de tenis, pitch & putt golf, sala de juegos, Kid’s Club, fitness center, sauna, espacio para deportes acuáticos como kayak, jangada y stand up paddle, un shop y uno de los mayores spa L’Occintane de Latinoamérica.
Un detalle muy importante es lo que se refiere a gastronomía. La política de tarifas del hotel es de media pensión incluyendo desayuno y cena en un amplio restaurante con balcón cubierto y vistas al mar. Las propuestas se basan en una conjunción entre la gastronomía regional y la cocina internacional con una selecta carta de vinos, cortes especiales de carne, frutos del mar, aves, frutas y verduras. A la noche, la cena se acompaña al son de la música en vivo.
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