Los hoteles no sólo se destacan por los diversos lujos y comodidades que ofrecen a los clientes en sus instalaciones, también están enfocados en brindar un servicio gastronómico acorde a las necesidades de los huéspedes. Para diseñar un menú se debe tener en cuenta ciertos puntos a fin de lograr el éxito esperado y causar una sensación positiva en los comensales al observar las opciones a su disposición.
El menú gastronómico es la carta de presentación de un establecimiento por lo cual deberá estar organizado de forma correcta para lograr el éxito que se desea. Tanto la diagramación, las imágenes, colores y los textos pueden marcar la diferencia en la recepción del producto, es decir, se vuelve más atractivo y por lo tanto, rentable.
En principio es importante contar con secciones bien definidas dentro del menú, por lo general están organizadas secuencialmente: entradas, aperitivos, sopas, ensaladas, platos principales, especialidades, postres y bebidas, las cuales pueden ser clasificadas resaltando los títulos de cada sección junto con diferentes tipos de letras y colores, además de incorporar insignias y estrellas para destacar las especialidades de la casa.
La descripción interesante de cada uno de los platos será de gran ayuda para los comensales ya que sirve de guía al momento de ordenar, ahorrando tiempo y optimizando los servicios del personal. Estas son breves pero altamente efectivas con palabras persuasivas que invitan a los clientes a optar por ese platillo.
Actualmente se da gran valor a la comida vegetariana y alimentos saludables en general, por lo que no deben faltar en el menú de un restaurante. Resulta necesario ofrecer una amplia gama de opciones dirigidas también a los clientes que sufren enfermedades o intolerancias para abarcar un público mayor.
Un detalle no menor al momento de crear el menú ideal son los precios altos, lo recomendable es clasificar la carta en tres categorías, económica, media y alta dando la posibilidad de elegir el platillo que más se ajuste al presupuesto de los clientes. En caso de promociones, hacerle saber los beneficios a los que pueden acceder ordenando dicha comida.
Finalmente, chequear el menú y los pormenores de manera constante desde el punto de vista nutricional, la disponibilidad de los ingredientes, la existencia del personal y equipos para su preparación, aspecto agradable y apetitoso y su elaboración, ayudará a continuar una línea que permita la renovación y adaptación del mismo con las tendencias que puedan aparecer.
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