El reporte asegura también que el impacto de un encuentro cara a cara equivaldría a tres videollamadas o conferencias teleasistidas.
Lo anterior se desprende luego que un 30% de los encuestados afirmara que en un formato a distancia se hace muy difícil decodificar el lenguaje corporal y las señales no verbales de la contraparte. Además, otro 22% indicó que es más complejo generar vínculos con otra persona cuando sólo se utilizan opciones de videoconferencias. De esta manera, el 47% de los profesionales extraña la interacción social y la posibilidad de conocer gente a través del trabajo.
Por otra parte, el 37% de los ejecutivos identificó que el principal inconveniente de las reuniones online han sido los problemas tecnológicos, principalmente la mala conectividad y la repentina desconexión de las videollamadas.
En este mismo contexto, las instancias de hospitalidad como un almuerzo o una cena, tradicionales catalizadores de negocios para muchos de los encuestados, es otro de los elementos clave que se ha perdido en la virtualidad. De hecho, un 18% mencionó que con las instalaciones de hotelería cerradas, tenían menos razones para reunirse y conectarse con los clientes, lo que finalmente habría repercutido en los resultados comerciales. Si bien el estudio proyecta un formato híbrido de cara al futuro, en el que convivirán reuniones presenciales y otras a distancia, los principales hallazgos acentúan el anhelo de volver a los negocios habituales, a la vida social y al entretenimiento del cliente.
“Nuestra investigación es convincente. La pérdida de negocios cara a cara en el último año ha demostrado su valor financiero y emocional. Por un lado, al reanudar los encuentros presenciales, una posible ganancia de ingresos del 25% aportará millones a la economía nacional y mundial. Por otro, aunque la tecnología nos guíe y nos conecte, necesitamos reunirnos más allá de las pantallas para establecer lazos y vincularnos de manera efectiva. Si bien las soluciones digitales en los negocios llegaron para quedarse, es preciso que recuperemos la dimensión humana y el contacto cara a cara”, señaló Franck Pruvost, COO de Accor para países hispanos.
La proyección de Accor es que en los próximos meses se darán cuatro tendencias en relación a las reuniones de negocio. La primera, es que la modalidad será híbrida, es decir, se realizarán encuentros remotos y otros presenciales. En respuesta a ello, el grupo hotelero lanzó en abril ALL CONNECT, un nuevo concepto de reunión híbrida impulsado por Microsoft Teams que permite la conectividad en la sala y en la pantalla.
También se prevé que las llamadas “reuniones de cierre” aumentarán en la segunda mitad de 2021, para sellar de manera presencial aquellos negocios levantados de manera digital.
En tercer lugar, Accor estima que a medida que la pandemia vaya cediendo, se instalarán las “reuniones culturales” como concepto, una instancia que permitirá a las personas congregarse nuevamente para construir equipos y cultura.
Finalmente, la última tendencia tiene relación con las reuniones de liderazgo, encuentros pequeños, como juntas directivas, que adquirirán valor a corto plazo.
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