El brote de Coronavirus a nivel mundial ha impactado notablemente en el turismo y encendió las alarmas de la industria hotelera. Ante esta problemática, diversas cadenas internacionales implementaron medidas de prevención para mitigar el riesgo del contagio a sus empleados y clientes.

Indudablemente el Coronavirus está en boca de todas las personas y medios de comunicación, y ante la ausencia de medicamentos específicos para hacerle frente mientras tanto se manejan algunos métodos preventivos para evitar el contagio. El sector hotelero, al igual que el turismo en general, se vio afectado por el brote de COVID-19 alrededor del mundo -más aún en la zonas con mayor circulación del virus-, sin embargo una vez más a sacado a relucir su esencia característica, la resiliencia, capacidad para recuperarse de la adversidad.

Ferran Anguera, profesor de Seguridad Turística y Hotelera de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y gestor de Protección Civil, reveló un conjunto de medidas prácticas que tanto las cadenas internacionales como los hoteles independientes deben tener en cuenta para disminuir riesgos ante la problemática instalada. “Poner en marcha estas medidas lógicamente requerirá tiempo, pero el principal consejo es la planificación, no improvisar”, indicó.

El protocolo de prevención se divide en dos factores clave:

Recursos Humanos

En primera instancia se recomienda controlar diariamente el estado de salud del personal de todas las áreas, desde el recepcionista hasta los trabajadores encargados de la limpieza y ante la mínima sospecha de infección, lo ideal sería derivar al empleado a un centro médico, respetando siempre el periodo de cuarentena en caso de ser necesario. Es preciso brindar capacitaciones sobre cómo realizar las tareas diarias de forma más segura y cómo usar los equipos de protección individual, recordando además las medidas sanitarias básicas: lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón; usar gel a base de alcohol; cubrirse la boca con el antebrazo al toser o estornudar; evitar tocarse los ojos, nariz y boca con las manos sin lavar; y evitar compartir utensilios.

Recursos Materiales

Dejando por un momento de lado el factor humano, también resulta importante señalizar las zonas de riesgo con carteles preventivos, especialmente en sitios como la recepción y zonas comunes donde interactúan gran cantidad de huéspedes a diario. Ferran Anguera aconseja colocar desinfectantes al alcance de los clientes y mejorar el stock de productos de limpieza con guantes, mascarillas, etc, para higienizar con eficacia las áreas públicas. Otro método práctico es aislar aquellos elementos que pueden contener el virus (botonera de los ascensores, teclados) mediante un plástico protector transparente.

Ojo al dato: Procedimientos adecuados

En cuanto a los procedimientos y protocolos sanitarios, el plan de aseo general del hotel debe ser estricto incluyendo la limpieza regular de los filtros de ventilación, desinfección de maletas de los clientes cuando llegan a la propiedad y sobre todo prestar especial atención al servicio de catering, un aspecto complicado porque muchos hoteles dependen de otras empresas. En este último caso, la mejor decisión es controlar los procesos internamente o bien contratar sólo a aquellas compañías que cuenten con los estándares de calidad más elevados.

“Lo recomendable es identificar, analizar y modificar aquellos procesos de interacción donde se pueda reducir el contacto directo entre empleado y cliente. En pocas palabras, realizar el mínimo contacto imprescindible sin mermar el grado de atención correspondiente a la categoría del complejo hotelero. Por ejemplo, en el caso del servicio de habitaciones, una opción sería depositar la bandeja en el suelo, llamar a la puerta y marcharse”, puntualizó Anguera.

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